Una de las grandes verdades de la Biblia es la doctrina de la elección. El término español “elegido”, se usa cuatro veces en el Antiguo Testamento y 13 veces en el Nuevo Testamento de la Versión Autorizada. La palabra Hebrea traducida “elegir” es bachiyr (baw-kheer), y significa “seleccionar”. La palabra Hebrea bachar se usa como verbo, una palabra de acción, 170 veces a lo largo del Antiguo Testamento. Bachar aparece por primera vez en la Biblia en Génesis 6:2 “…tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas”. Bachar se usa a menudo con un hombre como sujeto: “Lot escogió para sí toda la llanura del Jordán…” Génesis 13:11.

En más de la mitad de las ocurrencias, Dios es el sujeto de bachar, como en Números 16:5: “…mostrará Jehová quién es suyo, y quién es santo, y hará que se acerque a él; al que él escogiere, él lo acercará a sí”. Nehemías 9:7-8 describe el “escoger” (elección) de personas por parte de Dios desde Abram: “Tú eres, oh Jehová, el Dios que escogiste a Abram… e hiciste pacto con él”.

Bachar se usa 30 veces en Deuteronomio, todas menos dos en referencia a la “elección” de Israel por parte de Dios, o algo en la vida de Israel. “Y por cuanto él amó a tus padres, escogió a su descendencia después de ellos…”Deuteronomio 4:37.

Ser “elegido” por Dios lleva a las personas a una relación íntima con Él: “Hijos sois de Jehová vuestro Dios… Jehová te ha escogido para que le seas un pueblo único de entre todos los pueblos que están sobre la tierra” Deuteronomio 14:1-2.

Las “opciones” de Dios dieron forma a la historia de Israel; Su “elección” llevó a su redención de Egipto Deuteronomio 7:7-8, envió a Moisés y Aarón a obrar milagros en Egipto Salmos 105:26-27, y les dio a los levitas “para bendecir en el nombre de Jehová” Deuteronomio 21:5.

Él “escogió” su herencia Salmo 47:4, incluyendo Jerusalén, donde habitó entre ellos Deuteronomio 12:5; 2 Crónicas 6:5, 21. Pero “Y porque escogieron sus propios caminos, y.… también yo escogeré para ellos escarnios, y traeré sobre ellos lo que temieron…” Isaías 66:3-4. El pacto llamó a los hombres a responder a la elección de Dios: “… Os he puesto delante la vida y la muerte… escoge, pues, la vida…” Deuteronomio 30:19; cp. Josué 24:22.

La Septuaginta tradujo bachar principalmente por eklegein, y a través de esta palabra el importante concepto teológico de la “elección” de Dios entró en el Nuevo Testamento. El verbo se usa de Dios, o Cristo “escoger”, de los hombres para el servicio, como en Lucas 6:13 (“y escogió a doce de ellos…”) o de los objetos de Su gracia: “… según nos escogió en él antes de la fundación del mundo…” Efesios 1:4.

Juan 15:16 expresa la verdad central de la elección en ambos Testamentos: “No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros… para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca…”.

Cuando se usa como sustantivo, bachir, la palabra se usa 13 veces, siempre de los “escogidos” del Señor: “Saúl, el escogido de Jehová” 2 Samuel 21:6; “Hijos de Jacob, sus escogidos” 1 Crónicas 16:13.

La palabra Griega traducida “elegido” en el Español es eklektos (ek-lek-tos’) y significa, “seleccionar”; por implicación, “favorito”. Cuando se usa como adjetivo, significa “elegido, escogido, seleccionado”.

“Porque muchos son llamados, y pocos escogidos” (Mateo 22:14).

“Y el pueblo estaba mirando; y aun los gobernantes se burlaban de él, diciendo: A otros salvó; sálvese a sí mismo, si este es el Cristo, el escogido de Dios” (Lucas 23:35).

“Saludad a Rufo, escogido en el Señor, y a su madre y mía” (Romanos 16:13).

“Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él son llamados y elegidos y fieles” (Apocalipsis 17:14).

“Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, más para Dios escogida y preciosa” (1 Pedro 2:4).

“Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable” (1 Pedro 2:9).

Hay casi siete mil millones de personas en el planeta tierra en la actualidad. No todos ellos son Cristianos. No todos irán al cielo. La última pregunta es esta. “¿Cómo llega una persona a la fe?” ¿Se salva una persona por la voluntad del hombre? ¿Se salva una persona por la voluntad de Dios?

La comunidad Cristiana constituye un porcentaje muy pequeño de todas las religiones del mundo. Jesús habló de Sus discípulos como “manada pequeña” (Lucas 12:32). Surge una pregunta. “¿Quiénes son los escogidos de Dios?” La respuesta divina es: “No muchos”. Dios no elige a muchos para la salvación. “Porque muchos son llamados, y pocos escogidos” (Mateo 22:14).

Los escogidos por Dios son llamados los “elegidos”. “Y si el Señor no hubiese acortado aquellos días, nadie sería salvo; más por causa de los escogidos que él escogió, acortó aquellos días” (Marcos 13:20).

Se dice que Jesucristo es el que elige a los elegidos.

“No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé” (Juan 15:16).

“Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece” (Juan 15:19).

Saulo de Tarso llegó a la fe porque Dios lo escogió para salvación.

“El Señor le dijo: Ve, porque instrumento escogido me es este, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel” (Hechos 9:15).

“Y él dijo: El Dios de nuestros padres te ha escogido para que conozcas su voluntad, y veas al Justo, y oigas la voz de su boca” (Hechos 22:14).

Como Saulo de Tarso, Rufo fue elegido en el Señor.

“Saludad a Rufo, escogido en el Señor, y a su madre y mía” (Romanos 16:13).

La selección divina se hizo antes de la fundación del mundo.

“Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él” (Efesios 1:4).

Los elegidos de Dios son aquellos que han sido escogidos para salvación, santificación y servicio.

“Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad” (2 Tesalonisenses 2:13).

Es Dios quien elige quién se salvará, y no la voluntad de ningún hombre. Si bien los individuos no se salvan contra su voluntad, la voluntad natural de una persona no es el factor determinante, desde una perspectiva divina.

“Los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios” (Juan 1:13). “Si es que habéis gustado la benignidad del Señor. Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, más para Dios escogida y preciosa” (1 Pedro 2:3-4).

“Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable” (1 Pedro 2:9).

Aquellos que son escogidos estarán con Cristo por los siglos de los siglos para servir con Él y ayudar a derrotar a Sus enemigos. “Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él son llamados y elegidos y fieles” (Apocalipsis 17:14) .

Si eres Cristiano, entonces eres uno de los elegidos porque Dios te ha elegido para la salvación, y más allá de eso, para el servicio en el sacerdocio real.